jueves, 5 de septiembre de 2013

LA ONTOLOGIA

La ontología es aquello que estudia el ser en cuanto ser, el interés por estudiar el ser se origina en la historia de la filosofía, cuando esta surge de la necesidad de dar explicaciones racionales, no mitológicas, a los fenómenos del mundo físico, también debemos recordar que el carácter universal de la filosofía, tuvo su origen en la necesidad de un conocimiento valido a todo fenómeno, y en las deficiencias de los conceptos inicialmente desarrollados, para ser llevados a la practica concreta en los fenómenos físicos, o sociales. Es por esto que muchos pensadores se dedicaron a reflexionar sobre cual podría ser el fundamento del mundo físico, pero que pasa, nosotros al observar a los objetos que percibimos en el mundo físico nos damos cuenta que existen objetos líquidos, sólidos o gaseosos, que algunos se componen de materia inerte, como la piedra, y otros, de materia viva. Es así como encontramos diferentes elementos físicos, pero la razón nos exige pensar en un solo elemento constitutivo de los demás. Dicho elemento fue propuesto por algunos pensadores quienes suponían que podría ser: el agua (Tales de Mileto), el fuego (Heraclito de Efeso), el aire (Anaximenes), y la combinación de los cuatro (Empedocles), pero Anaximandro propuso una solución lógica, es decir que dicho elemento, debería ser indeterminado (a lo que llamó Apeiron). Pero fue Parménides quien propuso la mejor solución, este pensador sostuvo que existen dos caminos para llegar al conocer, que son los sentidos, y la razón, por los sentidos se llega a lo cambiable, a lo inseguro, y a lo desconfiable en los objetos, y por la razón se llega a lo universal, confiable e inmutable. Tomando el segundo camino Parménides encontró algo común e indispensable a todo objeto: Que cualquier elemento natural antes de tener alguna característica específica, tiene una sin la cual no existiría, la de Ser, este ser es un elemento fundamental y no una característica que tienen las cosas. Desde entonces se constituye a la Ontología como Ontos = Ser ,y logos= estudio, en este caso lo real es igual al ser, y el ser es igual al fundamento de toda realidad.

 
 ARISTOTELES Y LA ONTOLOGIA
 
Su Noción y su Problemática
 
Aristóteles no usa la palabra metafísica. El habla de la "Filosofía Primera". Sin embargo elabora una metafísica, al afirmar: "hay una ciencia que considera al ser en cuanto tal, y todo lo que esencialmente le conviene". La metafísica, es pues, la ciencia del ser.
La escuela Jónica con Heráclito, reduce la realidad al continuo devenir, mientras que la escuela Eleática con Parménides, la colocó en el ser permanente.
Platón sitúo lo permanente en el mundo de las ideas y el devenir en el mundo  de las apariencias que nos rodea. Resolvió el problema  de lo "permanente" y de lo "mutable", creando un dualismo, admitiendo el mundo de las ideas y el mundo de las apariencias para explicar la última naturaleza de las cosas. 
 Aristóteles supera la antítesis platónica. Para Aristóteles el verdadero ser es la esencia que se desarrolla en la apariencia, esto es, la realización fenoménica de la idea. El ser de las cosas captado por el concepto, no posee otra realidad que la de los hechos en que se realiza. De este modo adquiere el ser (ousía) el carácter de esencia, que constituye el único fundamento de sus manifestaciones singulares: La apariencia deviene realización de la esencia.
Para Aristóteles, las esencias  se realizan a través de las manifestaciones en el devenir de las cosas. De esta manera, lo general sólo es real en el reino de lo individual; sólo existe porque en él se realiza lo general. La esencia se realiza, pues, a través del fenómeno. Por ejemplo un ser determinado llega hacer planta, porque en él se realiza la idea general del vegetal, y a su vez, la idea general de vegetal llega a realizarse solamente a través de este ser individual
 
 
 
 
 
 Diferentes enfoques del SER en la Ontología Aristotélica
 
El ser en cuanto ser
 
Para resolver el problema de lo permanente y de lo mutable, sostiene Aristóteles, es evidente la necesidad de una ciencia que sea la base común de todas las ciencias particulares. Dicha ciencia se llama "Ciencia Primera", ella estudia el ser en cuanto ser.
 Asoma la pregunta: ¿Cuál es el camino que se debe seguir para captar la noción del ser en cuanto tal?
Responde: es la abstracción del tercer grado.
En efecto. Las ciencias experimentales hacen abstracción de características peculiares y aprehenden las comunes, (abstracción del primer grado). Ejemplo: El botánico abstrae los caracteres peculiares de color, tamaño, forma, etc. Del alelí y del yuyo, para fijarse en lo que tienen de común (en este caso el número y la disposición de los estambres. Lo cual permite clasificar a ambas plantas entre las crucíferas).
 Las matemáticas hacen abstracción de la calidad y se fijan sólo en la cantidad. (Abstracción de segundo grado). Al matemático le interesa sólo el número y no la calidad de seres a que dicho número se aplica.
La Metafísica hace abstracción de la calidad  y  de la cantidad y aprehende sólo "El ser en cuanto ser". (Abstracción del tercer grado). Ejemplo: La tiza, el canario, el hombre, la mesa, dios, etc. Todos ellos son seres.
 
El Ser en cuanto Substancia
 
Noción de Substancia: Sostiene Aristóteles: " si bien el ser se extiende en diferentes sentidos, es claro que el ser principal  es la esencia lo que significa Substancia". (Met.).
De las palabras citadas fluye claramente que Aristóteles concibe básicamente el ser como Substancia. Es necesario, pues, que nos detengamos a profundizar el concepto de Substancia.
Partamos de un hecho concreto. Consideremos, por ejemplo un abedul. El abedul posee diferentes  características: una altura determinada, el grosor del tronco, ramas, hojas, etc. Dicho árbol ejerce también cierta acción sobre el ambiente que lo rodea, por ejemplo entrega al aire el anhídrido carbónico, producto de su función respiratoria; pero a la vez, el abedul "sufre" la influencia del ambiente, por ejemplo la acción del sol en el proceso de la asimilación clorofílica. Todas estas características que acabamos de mencionar, Aristóteles las llama "categorías del Ser". Así por ejemplo llama a dichas categorías con el nombre genérico de: cantidad (grosor del tronco), cualidad (verdor de las hojas) y pasión (acción del sol).
Como base de todas estas categorías existe una realidad fundamental, de la cual las categorías mencionadas son, en cierta forma, simplemente una función. En efecto, es imposible concebir la calidad del abedul,  la cantidad de la materia que él contiene, la acción que ejerce sobre el ambiente, y la pasión que sufre el ambiente, sin el sujeto abedul.
Esta realidad que sirve de base de todas estas categorías, llamase substancia.
 La Substancia existe en sí y es la raíz de la individualidad: "Lo que, ante todo es ser, y no un ser cualquiera, sino ser simplemente, absolutamente es la substancia" (Met). ¿Qué cosa es el ser?, equivale a esta otra pregunta: ¿qué cosa es la substancia?". La substancia en el orden ontológico significa "sujeto de las demás categorías". Además, Aristóteles usa indiferentemente el término substancia y esencia. En efecto, afirma: la esencia pertenece primera y absolutamente a la substancia.(Met.).
 
Noción de Accidente:
Frente a la noción de substancia surge la noción de accidente. Los accidentes son cualidades físicas de los cuerpos, cualidades que no existen en sí mismas, sino que existen sostenidas por una substancia.
El ejemplo del abedul ya citado puede aclarar esta noción. El abedul es una substancia, pues existe en sí. Los diferentes aspectos que presenta, como ser la cualidad, la cantidad, la acción que ejerce sobre el ambiente y la pasión que sufre, son accidentes que existen gracias solamente a la Substancia abedul que los sostiene.
Debemos tener presente que según Aristóteles, los accidentes tienen una relación íntima con el ser real de la substancia. Los aconteceres accidentales son procesos reales íntimos y ontológicamente vinculados a la substancia, en la cual se encuentra como en un sujeto de inhesión.
 De lo dicho se desprende que un ser puede sufrir cambios accidentales, por ejemplo, un abedul puede crecer, cambiar hojas o secarse, pero también el mismo abedul puede ser reducido a cenizas y entonces sufre un cambio substancial.         
 
El Ser en cuanto acto y potencia
Partamos de un hecho, tengo una bellota. La planto en condiciones adecuadas. La bellota brota y produce una encina.
Si en el lugar de la bellota, tomo un trozo de madera y le doy la forma perfecta de una bellota y luego la planto, nunca obtendré una encina. Podemos pues afirmar con razón, que la encina está en cierta forma en la bellota. Según la teoría aristotélica, la encina está en potencia en la bellota. La potencia es, “capacidad de recibir una perfección”.
 Mientras que toda perfección presente recibe el nombre de acto. En otras palabras, según Aristóteles, acto significa perfección; potencia es la capacidad de perfección.
un ser puede encontrarse en potencia y en acto. Así, por ejemplo, un trozo de mármol, es un mármol en acto y una estatua en potencia.
 
 El Ser en cuanto materia y forma
Cabe ahora el problema: ¿De qué manera un trozo de mármol llega a ser una estatua? Llega a transformarse en una estatua gracias a la nueva “forma” que recibe. De aquí que Aristóteles introduce dos nuevos conceptos en el ser: “la materia prima” y “la forma substancial”. La materia prima es la capacidad de recibir una perfección. La forma es aquello por lo cual una cosa es lo que es.
La relación existente entre la materia y la forma, acusa según Aristóteles, una relatividad manifiesta. En efecto, lo que aparece “forma” en una cosa, puede aparecer como “materia” de una tercera; por ejemplo un trozo de mármol consta de materia y forma. Esta última determina la naturaleza de mármol. Pero el mármol puede, a su vez, recibir la forma de una estatua. De tal manera que en el sistema aristotélico la “forma inferior” es la  “materia” de la superior.
 
 
El ser, como forma pura
Todo ser singular está dotado de alguna forma por rudimentaria que sea. La materia exenta de toda forma, no es real.
 Ahora bien, siendo que la forma, da la existencia a las cosas, según la filosofía aristotélica, la forma pura, poseyendo la más alta realidad no necesita materia alguna para existir.
Así, pues, el Ser en el cual toda posibilidad se identifica con lo real, es el ser perfecto, la forma pura, la divinidad. De donde resulta que para Aristóteles, el ser incorpóreo y el ser espiritual es una misma cosa, Aristóteles llega así a la forma pura, al ser autoconsciente, diverso del mundo: Dios
 


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