viernes, 5 de septiembre de 2014

EL HOMBRE MEDIOCRE

El hombre mediocre es un libro del sociólogo y médico ítalo-argentino José Ingenieros, publicado en el año 1913. La obra trata sobre la naturaleza del hombre, oponiendo dos tipos de personalidades: la del hombre mediocre y la del idealista, analizando las características morales de cada uno, y las formas y papeles que estos tipos de hombres han adoptado en la historia, la sociedad y la cultura.


I – ¿”Áurea Mediocritas”?

El pastor ingenuo se asombra ante la naturaleza que le envuelve. La penumbra se espesa, el color de las cosas se uniforma en el gris homogéneo  de las siluestas, la primera humedad crepuscular levanta de todas las hierbas un vaho de perfume, aquiétase el rebaño para echarse a dormir, la remota campana tañe su aviso vesperal.
Muchos de los hombres solo nos conformamos con el simple hecho de admirar la naturaleza, el entorno de ella, pero solo ADMIRAR, más no preguntar de ¿qué está formado el mismo?, ¿quién lo hizo?, o ¿por qué existe?, para todas estas interrogantes el hombre tiene que adquirir un nivel académico, o a su vez ético (como el autor lo dice); si el hombre no adquiere estos niveles estará sujeto a principios y dogmas impuestos por otros, principios y dogmas que nacieron sólo de su imaginación, más no de su preparación.


II. LOS HOMBRES SIN PERSONALIDAD


El hombre para poder distinguirse de los demás tiene que adquirir una personalidad única, al poseerla se transforma en un ser DIFERENTE, pero muchos no terminan porentenderlo, dejan que otros tomen decisiones por ellos, ignoran lo que sucede a su alrededor, a pesar de haber nacido con sus cinco sentidos, solo hacen funcionar dos de ellos, “oír y escuchar”, esta indiferencia puede ser porque se sienten menos que otros, un ser débil, sin razonamiento ni valor para enfrentar las cosas.

“Muchos nacen, pocos viven”, se basa a lo espiritual por el mero hecho de que fueron personas sin una Misión y Visión de sus vidas, no se proyectaron a ser grandes, líderes de masas, o por lo menos presidentes de sus cursos, se conformaron formar parte de la Tierra, pero nunca supieron que también formaban parte de un UNIVERSO. No hay que ser científico, filósofo o profeta para predecir lo que sucederá con aquellas personas que se han convertido en “Ovejitas de Rebaño”, simplemente fracasarán.


III. ENTORNO DEL HOMBRE MEDIOCRE

La Humanidad ha evolucionado y siempre estará en continuo cambio, más el hombre mediocre y conformista jamás evolucionará, su actitud inequívoca lo ha convertido en un ser que “no habla nunca; repite siempre, juzga a los hombres como los oye juzgar ”, se ha convertido en el eco de otros, (por no decir de todos) estas personas son llamadas: fanáticas,(por decirlo de alguna forma) son fans de a quienes son líderes, de aquellos que escuchan decir frases célebres, se sorprenden por todo y solo viven de ilusiones, su mundo: “El País de las Maravillas”.


IV. CONCEPTO SOCIAL DE LA MEDIOCRIDAD

Basándonos en lo último claramente podemos observar y testificar que la educación es el resultado de tendencias hereditarias, que a su vez han sido monótonas y que en la actualidad poco o nada ha evolucionado. Es entonces ahí, cuando el niño o el educando sin querer forma parte de una vida llena de imitaciones. La variación de sus actitudes que adquiere a través de la experiencia, hace que el mismo se convierta en una persona diferenciada.

Se dice que la imitación desempeña un papel amplísimo en la formación social, pero yo me pregunto: ¿Qué es más importante, la imitación o la invención? La primera se rige aun mismo comportamiento, algo común, algo que se ve todos los días, en cambio la última produce variación individual nos ayuda a inventar, y al momento que inventamos, creamos, de esto depende su adaptación en el medio. “Variar es ser alguien, es tener carácter propio”. El mediocre se esfuerza por imitar con paciencia lo que generación tras generación se ha venido haciendo, más el hombre superior imagina para crear, no piensa con la sociedad,piensa para la sociedad, su pensamiento es amplio y rico en ideales con conocimientos originales e imaginativos,transformándose así en el “ precursor de nuevas formas de perfeccionamiento”.

V. EL ESPÍRITU CONSERVADOR


“Dos grandes actitudes, que agitan la mentalidad colectiva; el espíritu conservador o rutinario y el espíritu original o de rebeldía”.
 Grupos sociales con actitudes diferentes, niveles de conocimientos muy, pero muy distintos, que a la vez son indispensables y necesarios en la sociedad. Estos dos marcanun equilibrio social, no valoraríamos a uno de los dos si uno no existiera,
(“Sin la sombra ignoraríamos el valor de la luz”).
“El conservador sagaz puede bendecir al revolucionario, tanto como éste a él”.
 Los dos se necesitan, “cada hombre necesita de su enemigo”, pero en cambio ¿qué papel desempeña el mediocre dentro de este marco?, si este solo custodia sus pre-juicios y dogmas impuestos durante siglos; aun así, sin los mediocres no habría estabilidad en las sociedades,
¿Qué sería de los superiores sin ellos?, pues como dice el autor: “Pues la civilización seria inexplicable en una raza constituida”.


VI. PELIGROS SOCIALES DE LA MEDIOCRIDAD

 Al rodearse la sociedad (peor aún, plagarse) de gente mediocre, incapaz de perfeccionarse, de pensar con mente propia, ésta corre un gravísimo peligro para su superación y evolución, tanto individual como colectiva.La sociedad no necesita de personas ignorantes, miedosas o ciegas a la realidad, al contrario, necesita de genios, mentes propias con pensamientos ricos en evolución y progreso, y en el momento que un mediocre se arrebañe a los idealistas, sin que éste sedé cuenta, el peligro será aún más grave, porque el mediocre no crea, no piensa, no evoluciona, éste sí sabe pensar, lo hace para robar ideas, pero ideas que no son suyas,creando así un “Un mundo de valores ficticios”
.

VII. LA VULGARIDAD

Los mediocres son solo seres que insultan a la inteligencia, no valoran ni su misma existencia, peor aún el perfume de una rosa, creen que su ignorancia es digna de exhibirla, pobres tontos no saben que es una afrenta para quienes no son igual a ellos; todo el encanto que hacen durante horas, lo rompen en un solo segundo, y a pesar de ofender a quienes los rodean, se sienten grandes, la avergüenza no se hizo para ellos.Son hombres sin ideales, el arte lo convierten en su oficio, la ciencia en su comercio, dela virtud una empresa, no saben ni valoran lo grandes y ricos que son, se conforman con el mero hecho de tenerlo, más no de aprovecharlo, claro, su herencia es eso, ser conformistas, más no progresistas e idealistas, pobres mediocres.



I. EL HOMBRE RUTINARIO

La rutina, su hábitat, es el medio donde mejor se desenvuelven, pues aquí su vida y su ambiente nuca ha transcendido, el tiempo ha pasado, pero ni cuenta se han dado.El miedo de progresar se ha apoderado de ellos, prohibido vivir nuevas experiencias, es que mejor es “preferible lo malo conocido a lo bueno por conocer”, no saben que afuera hay grandes glorias que les esperan, nuevos conocimientos por aprender, pero ellos se asemejan a un fósil, resisten a evolución, la única verdad que prevalece es la mediocridad. No pueden pensar por sí mismos, puesto que en su mente tienen las doctrinas y dogmas de sus antepasados, y si ellos vivieron y murieron, pues ellos también lo harán, claro, sin dejar sombras, pero aún huellas en este mundo.


II. LOS ESTIGMAS DE LA MEDIOCRIDAD INTELECTUAL


El hombre mediocre no valora lo que tiene, ni cuando lo pierde, piensa que su cabeza ha sido simplemente un lugar donde se ubica el sombrero, o tal vez sus liendres, nunca se imagina o sospecha que lo que tiene adentro de su cráneo es su masa encefálica,(cerebro) y esto a su vez no es un simple órgano, sino el motor para pensar.
Se menos precia a sí mismo, nunca ve más allá de su nariz, no se adelanta a los hechos, prefiere esperar y esperar, hasta que otro lo haga, aún cuando éste (mediocre) lo hace, él no hace nada por comprobarlo. Ni cuando la envidia lo corroe hace algo por expresarse,hasta de eso tiene miedo, el silencio lo calla desde adentro, y solo se sonroje. El mediocre es solemne es un ser que solo pasa de pie con su mirada al frente, firmes y sin moverse, que manera más estúpida de ver la vida, que ser tan incapaz de pronunciar si quiera una vocal en un auditorio para llamar la atención. Detestan hasta reír,tienen miedo de hacerlo. Aman el ser un simple mortal, el sentido común, se aman a sí mismos, no les importa ni un grano de mostaza del qué dirán, estos seres solo dan vergüenza y pena ajena.

III. LA MALEDICENCIA


 Los mediocres prácticamente son unos criminales, unos cobardes. Mientras el calumniador enfrenta el castigo, el maldiciente lo esquiva, se esconde, se encubre con la complicidad de los suyos, manteniéndose en la penumbra.
El valor no se hizo para este individuo, prefiere que otro adquiera dicho nombramiento de ser valiente.
Hablan a media voz, no pueden pensar para hacer el bien, pero sí pueden hacerlo cuando de hipocresía se trata, son unos hipócritas.
Su burla no es una sonrisa, es una mueca, todo esto lo hacen en silencio, o cuando les das la espalda, pero de frente no te dicen nada,
te adulan y te alaban, estos están en todas partes, más vale que tengas cuidado de quienes te rodean.




IV.EL SENDERO DE LA GLORIA



La gloria es el punto más alto de la cima, es el punto definitivo en la vida, es un TODO; pero esto se alcanza con esfuerzo,sudor y lagrimas, su camino no es nada fácil, hay que conquistarlo, en cambio otros triunfan mendigando, humillándose, reptando en la sombra, convirtiéndose en cómplice de innumerables similares. El hombre de mérito se adelanta a su tiempo, no espera ser viejo o ganar experiencia para adquirir algo, lo hace todo a la vez, gana experiencia y también adquiere algo, en cambio el mediocre adquiere algo, y no adquiere experiencia, su estadía es permanente, su evolución no existe, el hombre de mérito busca más fronteras, más peldaños, más cimas, pero en base de valor y esfuerzo, para él se hizo la Gloria.

Capítulo III – Los Valores Morales

LA MORAL DEL TARTUFO
Los hipócritas son seres que están ahí, a lado tuyo, más no sabes cuáles son sus intenciones. Los hipócritas esquivan la responsabilidad de sus acciones,son audaces en la traición y poco o nada leales. Escuchan, ven, se adentran en tu vida, y cuando hablan solo lo hacen para hablar mal de ti, son como culebras venenosas, que inyectan su veneno directo al sistema nervioso.El cuidado hay que tener tanto de los mediocres, como de los hipócritas, que a su vez son los mismos, su propósito es semejante.
 EL HOMBRE HONESTO
El hombre honesto no teme a ser juzgado o condenado, admite su error y enfrenta con valentía lo que se venga, así sea su encarcelación, o peor aún su muerte. El honesto tiene en su pensamiento que hizo mal y que su juzgamiento es lo debido, en cambio el mediocre tiene miedo a ser juzgado públicamente, tiene temor a ser lanzado al infierno,no admite su error, mejor aún se esconde y se viste de cobardía huyendo de la verdad,este ser sin duda da vergüenza y pena, tiene el valor para ser el mal o usurpar lo ajeno,más no se viste de valentía cuando su delito se apuesto a la luz.
LOS TRANSFUGAS DE LA HONESTIDAD
Desde la hipocresía consentida hasta el crimen castigado, la transición es insensible; la noche se incuba en el crepúsculo. De la honestidad convencional se pasa a la infamia gradualmente por matices leves y concesiones sutiles.Los delincuentes son individuos incapaces de adaptar su conducta a la moralidad media de la sociedad en que viven. Son inferiores tienen “el alma de la especie” pero no adquieren “el alma social” divergen de la mediocridad, pero en sentido opuesto a los hombres excelentes, cuyas variaciones originales determinan una desadaptación evolutiva en el sentido de la perfección.

Capítulo IV – LOS CARACTERES MEDIOCRES

HOMBRES Y SOMBRAS
Su amorfa estructura los obliga a borrarse en una raza, en un pueblo, en un partido, en una secta, en una bandería: siempre a embadurnarse de otros. Apuntalan todas las doctrinas y prejuicios consolidados a través de los siglos. Viven de los demás y para los demás: son como parásitos que viven del triunfo, de las glorias de otros, estos mediocres se transforman en la sombre de quien lo ganó todo a base de esfuerzo.
LA DOMESTICACIÓN DE LOS MEDIOCRES
El buen lenguaje clásico llamaba doméstico a todo hombre que servía y era justo. El hábito de la servidumbre trae consigo sentimientos de domesticidad. En los cortesanos lo mismo que en los pueblos.Los caracteres excelentes son indomesticables: tienen su norte puesto en su ideal su firmeza los sostiene, su luz los guía, las sombras en cambio las degeneran.El tiempo y el ejercicio adaptan a la vida servil. El hábito de resignarse para medrar crea resortes cada vez más sólidos automatismos que destiñen para siempre todo rasgo individual.
LA VANIDAD
El orgullo es una arrogancia originaria por nobles motivos por nobles motivos y quiere aquilatar el merito; la soberbia es una desmedida presunción y busca alargar la sombra catecismos y diccionarios han colaborado a la mediocrizacion moral, subvirtiendo los términos que designan lo eximio y lo vulgar.La exaltación del amor propio, peligrosa en los espíritus vulgares, es útil al hombre que sirve un ideal. Este le cristaliza en dignidad; aquellos le degeneran en vanidad, el éxito envanece al tonto, nunca al excelente.
LA DIGNIDAD
Es síntesis de todas las virtudes que acercan al hombre y borran la sombra: donde ella falta no existe el sentimiento del honor y así como los pueblos sin dignidad son rebaños,los individuos sin ella son esclavos.Todas sus formas implican dignidad y virtud. Los caracteres dignos permanecen solitarios, sin lucir en el anca ninguna marca de hierro. Prefieren estar solos mientras no puedan juntarse con sus iguales, cada flor englobada en un ramillete pierde su perfume propio, obligado a vivir sin sus iguales, el digno se mantiene ajeno a todo lo que estima inferior.

Capítulo V – La Envidia

LA PASIÓN DE LOS MEDIOCRES
La envidia es su motor, lo que les empuja a su tonto y fracasado éxito, es como su pan diario. Pero qué bueno se puede esperar de los mediocres, ellos viven de los capaces, así como los parásitos viven de ellos.Esta pasión es el estigma psicológico de una humillante inferioridad, sentida,reconocida, no basta ser inferior para envidiar pues todo hombre lo es de alguien en algún sentido; es necesario sufrir del bien ajeno, de la dicha ajena, de cualquier culminación ajena.
LA PSICOLOGÍA DE LOS ENVIDIOSOS
El envidioso activo posee una elocuencia intrépida, disimulando con niágaras de palabras. Su estupidez de ideas pretende sondar los abismos del espíritu ajeno sin haber podido nunca desenredar el propio.La envidia femenina suele ser afiligranada y perversa, la mujer da un arañazo con una afilada y lustrosa, muerde con dientecillos orificados, estruja con dedos pálidos y finos.Toda maledicencia le parece escasa para traducir su despecho; en ella debió pensar apeles cuando representó a la envidia guiando con la mano felina a la calumnia. La dicha de los fecundos martiriza a los eunucos vertiendo en su corazón gotas de hiel que los amargan por toda la existencia; este dolor es la gloria involuntaria de los otros, la sanción más indestructible de su talento en la acción o el pensar.
LOS ROEDORES DE LA GLORIA
Saben que cada paso hacia la gloria ha costado trabajos, vigilias, meditaciones y comprenden que acaso han consumido su organismo. Al mediocre su falta de inspiración le induce a rumiar el talento ajeno, empañándolo con espaciosidades que denuncian su irreparable ultimidad.
Su hobbie es merodear a las personas exitosas e idealistas, no se apartan ni un segundo de ellas, esperan el momento preciso y saz! Se apoderan de las glorias de los líderes,nunca cambiarán, su destino es ese.
UNA ESCENA DANTESCA: SU CASTIGO
El castigo de los envidiosos estaría en cubrirlos de favores para hacerles sentir que su envidia es recibida como un homenaje y no como un estiletazo. Dante.Dante considero a los envidiosos indignos del infierno en la sabia distribución de penas y castigos los distribuyo por el purgatorio lo que se aviene a su condición de mediocre. El sol les niega su luz; tienen los ojos cosidos con alambres porque nunca pudieron ver el bien del prójimo. Los únicos gananciosos son los envidiados. Es grato sentirse adorar de rodillas. La mayor satisfacción del hombre es despertar la envidia estimulándola con sus propios méritos.

Capítulo VI – La Vejes Niveladora

LAS CANAS
Las canas son un mensaje de la naturaleza que nos advierte la proximidad del crepúsculo, las canas visibles corresponden a otras más graves que no vemos el cerebro y el corazón, todo el espíritu y toda la ternura encanecen al mismo tiempo que la cabellera. La máxima desdicha de un hombre superior es sobrevivirse a si mismo nivelándose con los demás cuantos se suicidarían si pudieran advertir ese pasaje terrible del hombre que piensa al hombre que vegeta del que empuja al que es arrastrado del que ara surcos nuevos al que se esclaviza en las huellas de la rutina, vejez y mediocridad suelen ser desdichas paralelas.
ETAPAS DE LA DECADENCIA
Las funciones del organismo empiezan a decaer a cierta edad esas declinaciones corresponden a inevitables procesos de regresión orgánica. Las funciones mentales lo mismo que las otras decaen cuando comienzan a enmohecerse los engranajes celulares de nuestros centros nerviosos. La longevidad mental es un accidente no una regla. El anciano se interioriza, es decir vuelve poco a poco a su primitiva mentalidad infantil,conservando las adquisiciones más antiguas de su personalidad que son por ende las mejor consolidadas es notorio que la infancia y la senectud se tocan todos los idiomas consagran esta observación en refranes harto conocidos.
LA BANCARROTA DE LOS INGENIOS
En el hombre superior en el talento o en el genio se notan claramente estos estragos como no llamaría nuestra atención un antiguo millonario que paseara ante nosotros sus postreros andrajos, el hombre superior deja de serlo se nivela sus ideas organizadas en otrora tienden a ser comunes o inferiores. Para tan solo citar a muertos del ayer hace visto a Lombroso caer en sus últimos años en ingenuidades infantiles explicables por su debilitamiento mental a punto de llorar conversando con el alma de su madre en untrípode espiritista. James que en su juventud fue portavoz de la psicología evolucionista y biológica acabo por enmarañarse en especulaciones morales que el solo comprendió.
LA PSICOLOGÍA DE LA VEJEZ
El viejo tiende a la inercia busca el menor esfuerzo así como la pereza es una vejez anticipada, la vejez es una pereza que llega fatalmente en cierta hora de la vida su característica es una atrofia de los elementos nobles del organismo, con desarrollo de los inferiores; una parte de los capilares se obstruye y amengua el flujo sanguíneo a los tejidos el peso y el volumen del sistema nervioso central se reducen como el de todos los tejidos propiamente vitales la musculatura flácida impide mantener el cuerpo erecto los movimientos pierden su agilidad y su precisión.la insensibilidad física se acompaña de analgesia moral en vez de participar en el dolor ajeno el viejo acaba por no sentir ni participar del dolor ajeno ni el propio.
LA VIRTUD DE LA IMPOTENCIA
Los viejos olvidan que fueron jóvenes y estos parecen ignorar que serán viejos, el camino a recorrer es siempre el mismo de la originalidad a la mediocridad y de esta a la inferioridad mental. la ley es dura pero es nacer y morir son los términos inviolables dela vida ella nos dice con voz firme que lo anormal no es nacer ni morir en la plenitud de nuestras funciones, nacemos para crecer y envejecemos para morir.

Capítulo VII – La Mediocracia

EL CLIMA DE LA MEDIOCRIDAD
Las cosas del espíritu son despreciadas no siéndole propicio el clima, sus cultores son contados, no llegan a inquietar a las mediocracias están proscritos dentro del país que mata a fuego lento sus ideales sin necesidad de desterrarlos cada hombre queda preso entre mil sombras que lo rodean y lo paralizan. La aspiración de lo mejor no es privilegio de todas las generaciones tras una que ha realizado un gran esfuerzo arrastrada o conmovida por un genio. Las ciencias conviértanse en mecanismos oficiales en academias en donde jamás brota el genio y al talento mismo le impide que brille, su presencia humillaría con la fuerza del contraste.
LA PATRIA
La patria está implícita en la solidaridad sentimental de una raza y no en la confabulación politiquista que medran a su sombra. Cuando no hay patria no hay sentimiento colectivo de nacionalidad inconfundible con la mentira patriótica explotada en todos los países por los mercaderes y los militaristas solo es posible en la medida que marca el ritmo unísono de los corazones para un noble perfeccionamiento y nunca para una innoble agresividad que hiera el mismo sentimiento de otras nacionalidades.
LA POLÍTICA DE LOS PIARAS
La política se degrada conviértele en profesión en los pueblos sin ideales, los espíritus subalternos medran con torpes intrigas de antecámara en la bajamar sube por lo rahez y se acorchan los traficantes. Las jornadas electorales se convierten en burdos enjuagues de mercenarios o en pugilatos de aventureros su justificación está a cargo de electores inocentes que van a la parodia como a una fiesta. El funcionario crece en las modernas burocracias otrora cuando fue necesario delegar parte de sus funciones los monarcas elegían a hombres de méritos, experiencia y fidelidad.
LOS ARQUETIPOS DE LA MEDIOCRACIA
El genio crea las instituciones el bárbaro las viola los mediocres las respetan impotentes para forjar o destruir esquivos a la gloria y rebeldes a la infamia se les reconoce por una circunstancia inequívoca sus cubicularios no osan llamarlos genios por el temor al ridículo y sus adversarios no podrían sentarlos en cancana de imbéciles flagrante injusticia son perfectos en su clima. Las mediocracias niegan a sus arquetipos el derecho de elegir su oportunidad.

Capítulo VIII – Los Forjadores De Ideales

EL CLIMA DEL GENIO
La genialidad es una coincidencia surge como chispa luminosa en el punto donde se encuentra la mas excelentes aptitudes de un hombre y la necesidad social de aplicarlas al desempeño de una misión trascendental el hombre extraordinario solo asciende a la genialidad si encuentra el clima propicio la semilla majos necesita de la tierra mas fecunda la función reclama el órgano, el genio hace actual lo que en su clima espotencial. la obra del genio no es fruto exclusivo de su inspiración ni puede mirarse como un feliz accidente que tuerce el destino de la historia, convergen en ello infinidad de circunstancias y factores externos.En vida muchos hombres de genio son ignorados proscriptos desestimados o encarnecidos en la lucha por el éxito pueden triunfar los mediocres pues se adaptan mejor a las modas ideológicamente reinantes.

SARMIENTO
Sus pensamientos fueron tajos de luz en la penumbra de la barbarie americana entreabriendo la visión de cosas futuras pensaba en tan alto estilo que parecía tener como Sócrates algún demonio familiar que alucinara su inspiración. la palabra de sarmiento parece bajar de un proscrito en Chile el hombre extraordinario encuadra por entonces su espíritu en el doble marco de la cordillera muda y del mar clamoroso. el genio se encumbra así para hablar, interprete de la historia sus palabras no admiten rectificación y escapan a la crítica.



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